Como bien venimos haciendo desde hace un par de semanas, continuamos explicando las ventajas de nuestros productos frente a las distintas alternativas del sector. Hace a penas una semana, hemos explicado las propiedades de los superfosfatos. Hoy nos centraremos en las camas en base a cal y carbonato cálcico.
En primer lugar, nos centraremos en la cal. Por eso debemos preguntarnos ¿qué es la cal?
La cal (CaO) es el resultado de la calcinación a altas temperaturas de una roca sedimentaria cuyo componente principal es el carbonato cálcico, dando lugar al óxido de calcio.
Dos de sus principales características a estudiar atendiendo a su utilización en camas de animales son su dureza y su elevado pH (superior a 12).
En primer lugar, nos centraremos en su pH. Presenta un pH muy elevado (superior a 12). De hecho, parte de las lejías comerciales (lavandina) presentan un pH muy próximo a 12, para que nos hagamos una idea.
Dependiendo de la especie animal en la que nos centramos, es muy extraño que su pH cutáneo sea superior a 8. Esto significa que hay una diferencia entre pH de más de 4 puntos. Esta diferencia hace que se pueda producir un desequilibrio de pH en la piel del animal, y que las propias bacterias que tiene el animal para defenderse de otro tipo de afecciones (microbioma), se vean expuestas al estar en un medio con un pH tan elevado. De esta forma, la piel se convierte en una via de entrada para todos aquellos microorganismos patógenos que puedan afectar a la salud del animal.
Además, de acuerdo con la ECHA, la cal se encuentra clasificada como corrosiva e irritante, ya que puede provocar daños oculares, irritación cutánea e irritación respiratoria.
De hecho, al presentar un valor de pH tan elevado, al reaccionar con la propia orina de los animales (pH ácido) se produce una reacción química que origina como producto gases tóxicos que pueden afectar no solo a la salud del animal, sino también de las personas que están en contacto con los mismos.
En cuanto a su actividad como absorbente de agua, la cal es un producto soluble en agua. En contacto con la misma, se puede producir una reacción exotérmica (que desprende calor), la cual da lugar a la formación de hidróxido cálcico. Es decir, que no absorbe el agua, sino que reacciona con ella. Este hecho es muy importante, ya que en el caso de un absorbente como Sanisec o Phytogrape secante, el principio por el cual se absorbe es mecánico, mientras que en este caso es una reacción química. Además, cuando se produce esta reacción química se desprende calor; es lo que se llama reacción exotérmica.
Un producto que también se utiliza de forma análoga a la cal es el carbonato cálcico. De forma muy similar aunque un poco más moderada que la cal, su pH es básico (pH=10 aprox), por lo que los efectos que tiene son muy semejantes a los de la cal: reacciona con el agua exotérmicamente liberando gases que pueden ser perjudiciales para los animales.
Este producto presenta una capacidad de absorción del 20% (1Kg de carbonato cálcico absorbe 200g de agua). Es por ello que para asegurar unas condiciones mínimas, es necesario realizar un gran mantenimiento, ya que debido a su baja capacidad de absorción, las camas pueden estar demasiado húmedas con gran facilidad.
También es cierto que tanto las camas de carbonato cálcico como las de cal pueden suponer un aporte de calcio a la tierra, debido a la capacidad fertilizante del calcio. No obstante, al tratarse de productos de naturaleza alcalina, pueden afectar negativamente a la productividad del terreno, por eso sería necesario contar con un técnico que avale si su uso en determinadas tierras puede ser beneficioso o perjudicial. En el caso de Sanisec o Phytogrape secante, presentan un pH neutro y son inertes quimicamente, por lo que el aporte que pueda hacerse de nutrientes en los campos dependerá única y exclusivamente de la calidad del propio purín.
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